Tal vez viajar, sea una experiencia única...
Museo de la Alfabetización, Habana, Cuba. |
El poder conocer nuevos destinos, donde sus pobladores comparten al “extraño” sus creencias, sentimientos y sueños; encontrándonos en los mismos deseos que tenemos como miembros de una gran comunidad como es por ejemplo saber que amamos la vida, la libertad y la paz entre todos los que convivimos en este planeta.
Por ello creo que al viajar tenemos la oportunidad de hacer la lectura de otras realidades, pero , ¿qué lentes podemos usar?
Los lentes de la incertidumbre.
El mundo puede ser leído de diferentes
maneras, porque no todos vemos igual las cosas que nos rodean, algunos tienen
una visión sorprendente y no dejan escapar detalle alguno otros al contrario
presentan problemas visuales y por ello necesitan usar lentes para leer mejor.
Son diferentes tipos de lentes los que se usan, pero en la mayoría de
veces portamos con frecuencia los que
mejor nos hacen sentir.
Los
lentes de la desesperanza, son aquellos
que portan las personas que solo ven la realidad en gris, donde las penumbras y
las neblinas hacen tener una ceguera temporal de la realidad, no se ve luz en
su diario vivir y todo acto humano es reprochable. El frío acompaña a su
portador, donde la falta de sensibilidad es su mejor vestidura. La individualidad y la poca búsqueda de
cooperación hacen a este lector una persona amargada, pesimista y mantiene
únicamente en su memoria el dolor
propio, olvidando lo grande que es el mundo que le rodea.
Nuestro viaje es largo y no se repetirá. La vida como viaje tendrá diferentes momentos para que usemos nuestros lentes, pero solo la búsqueda de un mundo mejor, donde podamos convivir con la naturaleza, con nuestros hermanos y hermanas, con las diferencias que cada uno tiene y reproduce, hacen que la decisión que tomemos sea la más sensata y los lentes que portemos nos lleven a construir una sociedad en paz.